Minimalismo

Más es menos. Cada cosa en nuestras vida, en nuestro hogar, en nuestra oficina, debe servir un propósito, debe traer alegría a nuestras vidas, de lo contrario es recomendable deshacernos de lo que acumulamos. Existe la tendencia a querer tener más y más.

Por qué somos materialistas? Por qué tenemos esa necesidad de ganar más, de tener más, de comprar más, de presumir más…

En qué momento dejamos de tener el apego tan inmenso de cuando éramos pequeños a los que nos cuidaban, nos protegían, nos guiaban? En qué momento cambió nuestro apego a las personas importantes e iniciamos con el apego a las cosas?

Tenemos más y más cosas y nos deshacemos de ellas no cuando ya no sirven, sino cuando ya no tienen ese valor que la sociedad les da. Compramos la más reciente versión de celulares, pero un año más tarde, ese celular ya no nos da el mismo valor social que hace un año, aunque es exactamente el mismo aparato que te daba mucha emoción para sentir ese valor social que el celular te daba.

A pesar de que vivimos en una cultura que nos motiva e incita a comprar, a tener siempre más y más. Si bien es cierto, que el comprar cosas da un placer momentáneo pero esa satisfacción no dura mucho. El tener más cosas no solo no ayuda a obtener felicidad, sino que contribuye a vivir con más estrés. Nuestro entorno influye directamente en nuestra paz mental, en nuestra tranquilidad, así que vivir en un entorno ya sea una casa, la oficina, el carro donde hay cosas innecesarias, produce un efecto negativo en nuestra mente.

Cuando nos deshacemos de las cosas innecesarias en nuestro entorno, ocurre un fenómeno profundo y positivo en nuestra mente, nos ayuda a tener mayor claridad mental.

Deja de vivir el sueño americano y empieza a vivir TÚ sueño, enfocándote en cosas y situaciones que realmente agregan valor a tu vida.

Como dice Joshua Fields Millburn, “Ama a la gente. Usa las cosas. Lo opuesto, nunca funciona”.

-Edsl